jueves, 20 de enero de 2011

Filonilo y Oquendo de Amat.

SALUDO  A  FILONILO  CATALINA.

Real poeta o poeta de los dones. Saludo tu libro y la presentación del libro en Arequipa, esa ciudad en la que vive tu madre. Al fin y al cabo uno es del lugar en donde viven nuestras  madres. Y hacemos monadas para ellas así pasen los años. He llegado al convencimiento después de curiosear un poco, de que tú eres el único heredero de los  destellos de nuestro paisano Carlos Oquendo de Amat. Aunque no tengas su rojez y la guerra civil española te quede lejos. Oquendo de Amat ha sembrado en el alba de hambre y pobreza  esencial  la dignidad  del  canto.  Muchos buenos poetas seguirán naciendo del musgo que deja la garúa y brotarán como hongos de psilocibina  poblando el cielo de nuestro lago primordial.  Recuerda que somos mucho aunque parezcamos poco. Sé que has aprendido a vivir como el equilibrista aquel  entre Las Torres Gemelas que ya no existen. Sólo te pido no olvidar la cuerda luego de atravesar el abismo.  Enróllala para que sea tu almohada. Como  sucede en el poema de Genet.

Vladimir Herrera.

martes, 18 de enero de 2011

18 DE ENERO.

18 DE ENERO.

El día de Darío
es el extremo del viento
En la esquinera, la flor del viento entre las manos de marqués  del indio chorotega o mandragano                    
Las horas de Francisca Sánchez y la dulce Eulalia.
V.H.

lunes, 17 de enero de 2011

Eros, la revista de Rupay (o el pasado no perdona)

En este poema nuestro querido Pimentel papá  sufre un extravío. Confunde a una Charo Arroyo andrógina con cualquier pelucón del centro de Lima. Rimbaud se libra con las justas de encontrar el cebiche perfecto y Coco de tener verdaderos problemas en casa. Si mal no recuerdo, estas líneas estaban destinadas a un guión  que el flaco Colán volvería película. Dónde estaba en ese momento el obispo de H.Z.?






























José Cerna compartía una habitación con Elias Duran más tarde bautizado por José Tang en París como el Dr. Watusi. La habitación de tripley estaba en la cuadra once de la avenida Arequipa, y estaba cargada de discos. Todo el jazz de oriente y occidente y el inefable rock. Y esto se nota en estos poemas.
Saliendo del Palermo a la derecha, a pocos metros de la Plaza San Martín tenía su puesto de periódicos el padre de Isaac. Lo mismo que saliendo del Palermo a la izquierda, en la esquina del Parque Universitario estaba el puesto de periódicos y revistas del padre de Eloy Jáuregui. Pimentel que siempre fue patero los introdujo con los poetas de oriente. Pero no entraban al Palermo por ser demasiado jóvenes. Rupay tendría diecisiete años y Jáuregui catorce o quince. O me equivoco. La poesía de Isaac Rupay fue un acto de insurrección solidaria, espejo de su mirada transparente.























Algún poeta en alguna parte en algún tiempo no sé si griego o africano ha dicho una verdad que nunca deja de conmoverme: la poesía es el único arte en el que no entran los números. Y Alfredo Portal en sus años mozos le decía a Verástegui que un poema no debía llevar patitas a riesgo de que hasta las gafas del poeta terminaran siendo falsas.
































 V.H. Escribió este desaliñado poema  de manera infinita entre los 17  y 21 años . El resultado ha sido una especie de collage en el que los amores y los viajes de la juventud se confunden con la utopía y los sueños. Y es que este poema se perdió varias veces y fue recuperado por la memoria y las playas del Pacífico. Así, pues, el mar de los recuerdos con sus botellas al viento nos arroja sin remedio en esta playa de internet sembrada de yerba pobre. Salud.

domingo, 16 de enero de 2011

Carta a un poeta joven del Perú


CARTA A UN POETA JOVEN DEL PERÚ.
Para Paul Guillén.

No te preguntaré por el puente que tejías bajo el cielo azul. Ni siquiera si tienes un amor de mirada alegre o  si lo perdiste en una noche canija de esas entre los postes del alumbrado público. Sólo quiero saber si el aliento  de la animada conversación que tuvimos hace ya varios años perdura como la entrevista que me hiciste para la revista que tiene el nombre de la mosca de los sueños.  Yo no había oído hablar de ti hasta entonces, porque venía recién llegando de mi larguísima estancia europea, cuando te vi y semejabas un joven ansioso a punto de abandonar la música casi marcial que habías heredado de tus padres. La verdad es que evocabas las Tribulaciones Del Estudiante de Törless cuando me dabas a entender que te sentías perseguido por las llamadas de Tulio Mora que te reprochaba el haberme invitado a las jornadas de San Marcos. Esa y otras persecuciones,  pensé que no harían mella en un chico con tu carácter y  talento. Pero me equivoqué. A los pocos años estabas a pan y cuchillo con TM y JP. Te habías metido hasta el gorro en sus cantinas y merenderos. Y en las pocas veces que hablamos, noté que tu sensibilidad se había penosamente deformado. Sin embargo he permanecido atento a tu obra y a tus frituras de propagandista, y he mantenido la esperanza de que te dieras cuenta de que no se puede ser el amigo de todos. No ha sido así. Has pasado de buscarme para una entrevista en un hotel de Miraflores a ignorar mi blog Laguna Brechtiana ahora que te sientes alguien en el panorama limeño. Tampoco has reproducido la nota de Helena Usandizaga respecto a la polémica ingenua de esta temporada, pese a que ella fue quien nos presentó. Y sé  que has andado por allí hablando mal de un verso mío del que no sabes que es un homenaje al “tigre” Lizalde, a quien me parece, conoces poco.
Claro que son pequeñas cosas las que te enumero  que han terminado siendo para mí una  afrenta.  Para eso mi grado de poeta me basta y sobra. Lo que sí me molesta es que repitas por ahí lo que repite por boca de ganso la frondosa mujer de TM:  la especie de que yo engañé a Westphalen en mi condición de editor. La respuesta a todas esas calumnias la iré desgranando en mi blog en homenaje a su centenario. Por favor léelo.
Ahora estoy dudando de si mereces esta carta, o archivarte junto a los vejestorios de HZ. Tú mismo te fotografiaste y te pusiste al frente de esa patraña en la que nadie cree. Sólo eres el más joven de los muchachos del débil mirar. Y te han usado, porque ellos no tienen calichines. Ni sus hijos salen en esa foto. Piensa que Paco Guzmán estaba en Urcos al día siguiente  contándomelo todo todo.
T.M. te ha chupado el cerebro con una cañita con la sed que sólo tienen los ex-alcohólicos. Tenía que decírtelo. Es la influencia más peregrina y siniestra que ha tenido la gente joven como tú. Y a estas alturas no hay nada que hacer. Trata de beber menos. Y aliviánate un viaje por otros continentes que te vendrá bien. Estoy seguro de que podrás olvidar a esa mala sombra que te ha convertido en el enemigo de todos. Encomienda tu dinero a un pasar apacible y búscate una mujer de amplias caderas. Yo mientras tanto seguiré sembrando papas. ¿Quién lo diría?
Vladimir Herrera.
Ranhuailla. Enero de 2011.