DE ENTRE LOS HOMBRES, EL POETA ES EL QUE VIVE MÁS CERCA DE LOS ANIMALES Y DE LOS DIOSES. Teixeira de Pascoaes.
jueves, 10 de enero de 2013
POEMA PARA ANTONIO CORREA.
POEMA PARA
ANTONIO CORREA.
Volver a Quito que estará allí
cuando llegue
el bogotano
y alzar la vista que urge
las llaves de lluvia
que urgen que arden
en su materia fina de danza
Lluvia de Quito que estará allí
fruta mulata de ojos adormecida
de visita en el Hotel Sebastian
hotel de lluvia en que se pierden
las almas y el aroma
en voz baja como para llorar o
sin querer querer
queriendo Antonio.
Vladimir Herrera.
Cusco, enero del 2013.
martes, 8 de enero de 2013
POETAS RODOLFO HINOSTROZA Y VLADIMIR HERRERA EN LAS MONTAÑAS DEL FIN DEL MUNDO DEL 2012.
La poesía pudo más que la confianza en el fin del mundo. Antes ya lo había dicho René Char. Un verano tumultuoso corría entre nuestras venas o moraba oculto en este paisaje de lluvia. Juntamos a nuestras familias y conforme terminaba el día 21 de diciembre del 2012 nos dábamos cuenta que sólo la luz cambiaría sus dudas por la soledad de los venados del bosque de Ranhuailla. Hinostroza le daría otro final a su novela y Herrera escribiría unos versos de pie forzado. Aquella noche hablamos a la intemperie de la inclemencia de la poesía peruana plagada de gestos y famas vanos. Pero el sábado llegó pisando la tenue belleza de la luz del día. Y un nuevo siglo comenzaba benigno y saludable. Fuímonos como sucede en la leyenda sin ideal ni esperanza. Nos prepararíamos para el siguiente fin del mundo de no se sabe cuándo.
Fotografías de Marina Herrera.
domingo, 6 de enero de 2013
ORACIÓN POR LOS BORRACHOS DE MALCOLM LOWRY. Tusquets.Marginales.
ORACIÓN
POR LOS BORRACHOS
Señor, da de
beber a todos estos que ahora se levantan
Destrozados,
farfullando palabras desde el centro del infierno,
Mientras espían
a través de las ventanas
La espantosa
realidad del día que comienza.
Traducción
de Juan Luis Panero.
DETALLES DE LA CASA DEL VIEJO DE LOS RÍOS PROFUNDOS DE ARGUEDAS.
Las fotos de Joan de Boheme muestran detalles de la casa cusqueña en la que José María Arguedas cifró las páginas iniciales de esa gran novela llamada Los ríos Profundos.
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