El 24 de diciembre en la plaza de armas de Cusco se compran miniaturas de deseos para regalar a quien corresponda. Pueden encontrarse títulos universitarios, coches, casas, dinero y secretos pequeñísimos que adornan el regalo. Lo importante, para que se cumplan los deseos, es la sorpresa y la alegría en el momento del regalo. En esta secuencia se ve a Marina Herrera regalando una maleta cargada de dinero al poeta peruano Rodolfo Hinostroza que la recibe alborozado como si se tratara de un premio literario.
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