martes, 5 de abril de 2011

JORGE PIMENTEL Y VLADIMIR HERRERA CLANDESTINOS.


















Son como niños. Si se querían a los veinte, porqué tienen que odiarse
a los treinta? Esta fotografía demuestra que los afectos han perdurado
Aunque los personajes tuvieran que verse clandestinamente en algún
lugar de Miraflores. También prueba que es posible algún discernimien-
to ante las posiciones encontradas acerca de HZ. Y que Jorge Pimentel
siempre ha querido a sus amigos. Es tan leal y derecho el hombre, que
jamás traicionaría a un innombrable. Aquella mañana nos faltó tiempo
para recordar a  Galvarino Plaza  y  Félix Grande en los años de la
primavera madrileña.
V.H.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguramente que el caballo ha estado pastando en los pastizales de la hacienda cusqueña y bebiendo en la madrugada el agua de la laguna... parecen hermanitos...