miércoles, 23 de febrero de 2011

LA CASA DE OQUENDO DE AMAT.

OQUENDO PUEDE PERDER SU CASA

El poeta Oquendo de Amat, autor del libro “Cinco metros de poemas”, el mismo que escribió los versos más sublimes en recuerdo de su madre, y que murió en soledad cuando sólo tenía 30 años de edad en el pueblo castellano de Navacerrada, puede quedar sin la casa de Puno donde nació en 1905. Vivimos tiempos en que la adoración al dinero se ha multiplicado. El poder pecuniario causa gozo a una breve cantidad de seres. Y hace sufrir a millones interminables de personas. La casa en la que nació el poeta se mantiene en pie tras haber sobrepasado un siglo, pero está en peligro de ser derruida, a pesar de que la directora del INC, Cecilia Bakula, firmó un documento en el que se da consideración de patrimonio cultural del Perú a esa vivienda. La culpa es de la ambición económica de su actual dueño, don Roger Salluca.

Cómo aceptar que la casa de un poeta exquisito, que está protegida por una resolución que la muestra como bien cultural, sufra la amenaza de destrucción y que las autoridades puneñas no intervengan ante tal amenazante calamidad. Es inexplicable. Hay otros aspectos vergonzosos. Por ejemplo en el pórtico de ese inmueble se había colocado en 2005 con motivo de los 100 años del poeta, una lápida de mármol con las inscripciones necesarias para recordarlo. Ese mármol ha desaparecido y nadie sabe quien lo tiene. La casa que se quiere tirar abajo estaba pensada para convertirla en Museo o en la Casa cultural de Puno. Si el actual dueño, que dice no saber que se trata de un edificio considerado patrimonio nacional, procede a destruir esa vieja vivienda para sustituirla por una galería comercial, se tendrá que interpretar como el triunfo de lo pecuniario sobre la sensibilidad y la inteligencia. Nada nuevo en estos tiempos. Y una derrota de las autoridades del lugar.

¿Por qué no interviene la Municipalidad ante esta bochornosa situación? ¿Por qué no frenan los representantes de la Cultura Regional de Puno, lo que puede ser un grave atentado contra la historia, la literatura? las nuevas generaciones tienen el derecho de conocer todo lo relacionado con el poeta que nació a orillas del lago Titikaka. La voz del poeta diciendo a su madre: “Tu nombre viene lento como las músicas humildes” o una mujer: “Por sembrar un beso / bajo la alta palmera de una frase tuya” Se sigue escuchando, no se ha apagado y se mantendrá por mucho tiempo. ¿Por qué no puede tener una suerte similar la casa en la que ese eximio vate nació en 1905? ¿No hay nadie que le haga entender al dueño de la casa, que la puede utilizar pero no derribar? Y no se trata de una persona que desconoce de leyes, es abogado y notario público en la provincia de San Román.

Carlos Meneses.

lunes, 21 de febrero de 2011

CÁTEDRA EDITA EL PEZ DE ORO DE CHURATA


Decir que es difícil leer a Gamaliel Churata es cierto sólo por lo imposible de encontrar sus obras. Pero ya salieron los inéditos de Resurrección de los muertos, en edición de Riccardo Badini (2010), y está a la espera en la editorial Cátedra El pez de oro, la obra clave de Churata, en edición de Helena Usandizaga.

De todos los componentes de Orkopata, el grupo que él creó y dirigió, Churata es probablemente el único que explora en profundidad en el pensamiento andino, tomándolo como una sabiduría que puede formular preguntas e intentar responderlas. Es también, quizás, el único escritor que se ha atrevido a establecer un diálogo amplio y extenso entre las referencias andinas que guían un pensamiento heterodoxo y las referencias occidentales más variadas. De ahí el carácter escenificado e interactivo que sustenta su camino del saber.
Su exposición no es exactamente discursiva, sino que trabaja más bien planteando una red de ideas que centran el tema desde diferentes puntos en una modalidad expositiva pero también de diálogo, a veces vehemente cuando interpela por ejemplo a Platón al exponer ideas que se alejan de la doctrina del filósofo: “En el cementerio, así como ya vemos nosotros las cosas, no hay sino semilla. Es la pirwa de la vida. ¿Entiendes, Plato?” (El pez de oro,  p. 107). Y es que Platón aún no se ha enterado de que materia y espíritu son la misma cosa; de que la cadena vital ignora a la muerte.


En esta dinámica interrogativa, el maestro Ekhart hace preguntas a los indios; Marx aparece para certificar la historicidad de la permanencia; y junto a estos aparecen los sabios andinos: el Layka o brujo, que compara con Cristo; el Pako-Achachila, el Kolliri, el Auki, los oficiantes y los sanadores andinos que conectan con el pasado y los muertos, y proponen una  sabiduría perceptiva que sobrepasa el saber informativo. Para Churata, ellos han asimilado a Nietzsche y Schopenhauer avant la lettre, y van aún más allá del pensamiento paradójico de Unamuno y Einstein.
Traza así un camino de preguntas que también se hace Santa Teresa, hacia cuya mística “material” siente una fuerte empatía; a ella la ama Churata “casi con involuntaria gana y porque la amo creo conocerla. Así, a quienes la catalogan entre las histéricas, bien que geniales, y en nombre de la ciencia del siglo, les creo de una torpeza ruin.  Lo que se llama histeria en Teresa es vivencia de universo” (El pez de oro, p. 247). Porque Churata busca los mismos secretos de la santa, esos secretos “tan vivos y delgados/ que no se pueden decir” (El pez de oro, p. 263).
Helena Usandizaga
Dejo el enlace de un blog churatiano: http://skepsis-wilmer.blogspot.com/