Para Ostolaza en su afán.
Tuve que llegar a ser viejo muy viejo
para soportar la
muerte de mi madre
para enterrarla entre pájaros
y árboles
bajo los clarines del silencio cuando ya todo estaba cantado helado como el alma de un zorro en los cipreses
Vladimir Herrera.
Ranhuaylla 30 de setiembre 2015.
Tuve que llegar a ser viejo muy viejo
para soportar la
muerte de mi madre
para enterrarla entre pájaros
y árboles
bajo los clarines del silencio cuando ya todo estaba cantado helado como el alma de un zorro en los cipreses
Vladimir Herrera.
Ranhuaylla 30 de setiembre 2015.
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